La ciencia del individuo para encontrar al candidato perfecto




Al abrir una vacante, los empleadores deben tener presente que es muy importante definir o delimitar las funciones que tendrá la persona que ocupará ese cargo. Esto no solo es necesario, sino que también da un valor agregado a la oferta de trabajo, es decir, mientras más definido esté el perfil y las funciones del cargo, más atractivo será para los posibles candidatos.

La selección de personal anteriormente se hacía en el marco de una expresión común en el entorno laboral como  “hombre o mujer promedio”, pero en la actualidad se ha abordado el tema con base en los fundamentos de una ciencia multidisciplinaria conocida como la Ciencia del Individuo, la cual rechaza por completo esta noción del “hombre promedio” y se respalda en la teoría de los sistemas dinámicos del siglo XXI, más que en las teorías estadísticas del siglo XIX.

Uno de los fundamentos de esta nueva ciencia es el contexto, bajo el cual el desempeño depende de la interacción de un determinado individuo en una situación específica. No tiene sentido evaluar una cualidad o el potencial de un individuo sin hacer referencia al entorno en donde se va a desempeñar.

En lugar de describir en la oferta laboral al tipo de empleado que una empresa piensa que quiere contratar, este principio sugiere que es más conveniente enfocarse en el desempeño que ese trabajo demanda y el entorno particular al cual estará expuesto el empleado para luego buscar candidatos que hubiesen ejecutado exitosamente sus funciones en contextos similares.

Lou Adler, asesor de reclutamiento de unos 10.000 gerentes de Capacitación Laboral de distinta categoría y fundador del Grupo Adler, ha instaurado un innovador concepto que se basa en criterios de ingeniería: se escoge el material más adecuado para diseñar una pieza, sabiendo con precisión el entorno en el que se usará la pieza. Adler expresa que “las empresas siempre se lamentan de que hay una escasez de talento, que hay una falta de competencias, pero en realidad lo que hay es una brecha en el pensamiento”. Adler indica: “Si como empleador haces el esfuerzo de pensar en los detalles contextuales del empleo, vas a ser recompensado”. En el marco de este concepto se han visto beneficiadas tanto las pequeñas empresas como gigantescas corporaciones que figuran en la lista Fortune 500. ¿Por qué no ponerlo en práctica en Latinoamérica?


 
Lic. Yessy Fajardo / NEUVOO
Abogada - Country Manager LATAM
Email: yessy@neuvoo.com

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